Fin.

Hoy voy a complicarme la vida; cerraré puertas y abriré mareas para que me curen las heridas.
¿La sal escuece? Pero, ¿Y qué? Lo que no jode en esta vida es porque está bajo mis pies.
Y es que ya son 21 años, dos mil caídas y mil millones de ralladas que he sabido masticar y hoy puedo decir que, aunque haya sido poco; he volado y he llorado, valorado, perdido, ganado y malgastado mas de lo que debería.

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