Hay que ser cobarde.
Hace 8 años, este mismo día, me levante como un día cualquiera, me vestí, me puse la mochila, para dirigirme al instituto, simplemente con la diferencia de tener una extraña sensación....En el momento que cerré la puerta, todos los teléfonos empezaron a sonar...
Cuando llegué al instituto todos mis amigos y conocidos me miraban, me consolaban con la mirada, me protegían con sus brazos y yo la verdad es que no entendía nada, entré en clase y el profesor de lengua con una cara mas rara de lo normal empezó a dar una charla, que yo sinceramente, no sabía a donde quería llegar...
Es entonces cuando mediante un parpadeo de 400 milésimas de segundo entendí lo que ahí pasaba , mi cabeza se bloqueó y solo escuchaba palabras sueltas... atentado, explosiones, trenes, mochilas, artefactos, muertos, muertos y mas muertos, y es ahí cuando mi cuerpo se descompone, cuando mi piel comienza a tener un color cadavérico y mi corazón cada vez va mas y mas rápido.
Y empecé a pensar, mi padre es maquinista de renfe y es el tren que lleva durante todos los días de su vida, mi tía trabaja en el corte ingles de Madrid y coge ese mismo tren a esa misma hora todos los días, al igual que mi madre para ir a otro destino... Me sentía completamente bloqueada, entré en un momento de histeria y comencé a llamar y llamar a todos los teléfonos de mi casa donde nadie era capaz de responder, los teléfonos estaban colapsados, yo estaba traumatizada, profesores y alumnos intentando ayudar y yo no podía escuchar a nadie... solo quería saber donde estaba mi familia...
Tras intentarlo montones de veces, conseguí contactar con ellos... estaban bien, estaban en casa, nadie había cogido ese maldito tren el 11 de marzo de 2004, por una razón u otra a nosotros no nos había tocado, no era nuestro momento, nadie me había abandonado, nadie se había ido... bueno sí más de 200 personas que se levantaron igual de felices que yo ese día y perdieron su vida sin darse cuenta...
Hubo casi 2.000 personas heridas, hubo 200 muertos, y casi 50 millones de españoles desconsolados sin poder hacer mas que llorar por las personas perdidas, sufrir por los niños que crecerían si padres y rezar porque esto no volviera a pasar...
8 años mas tarde, el sentimiento de miedo lo seguimos teniendo todos y cada uno de nosotros al salir a la calle...
A mi no me da miedo subirme a un tren, no me asusta, pues es el trabajo de mi padre y no puedo cogerle miedo a algo que me da de comer, pues no puedo vivir con temor todos los días de mi vida pensado que mi padre pueda llevar uno de esos trenes...
No quiero ni pensar lo pudo pasar y no pasó, malditos islamistas que aprovecharon las vidas inocentes de miles de personas para hacerse ver, hay que ser cobarde para dejar a cientos de niños sin padres, hay que ser cobarde para quitarle a una madre a su hijo,hay que ser cobarde para quitarle a una chica el amor de su vida, hay que ser cobarde para quitarle a España entera esa felicidad. Hay que ser cobarde.
Cuando llegué al instituto todos mis amigos y conocidos me miraban, me consolaban con la mirada, me protegían con sus brazos y yo la verdad es que no entendía nada, entré en clase y el profesor de lengua con una cara mas rara de lo normal empezó a dar una charla, que yo sinceramente, no sabía a donde quería llegar...
Es entonces cuando mediante un parpadeo de 400 milésimas de segundo entendí lo que ahí pasaba , mi cabeza se bloqueó y solo escuchaba palabras sueltas... atentado, explosiones, trenes, mochilas, artefactos, muertos, muertos y mas muertos, y es ahí cuando mi cuerpo se descompone, cuando mi piel comienza a tener un color cadavérico y mi corazón cada vez va mas y mas rápido.
Y empecé a pensar, mi padre es maquinista de renfe y es el tren que lleva durante todos los días de su vida, mi tía trabaja en el corte ingles de Madrid y coge ese mismo tren a esa misma hora todos los días, al igual que mi madre para ir a otro destino... Me sentía completamente bloqueada, entré en un momento de histeria y comencé a llamar y llamar a todos los teléfonos de mi casa donde nadie era capaz de responder, los teléfonos estaban colapsados, yo estaba traumatizada, profesores y alumnos intentando ayudar y yo no podía escuchar a nadie... solo quería saber donde estaba mi familia...
Tras intentarlo montones de veces, conseguí contactar con ellos... estaban bien, estaban en casa, nadie había cogido ese maldito tren el 11 de marzo de 2004, por una razón u otra a nosotros no nos había tocado, no era nuestro momento, nadie me había abandonado, nadie se había ido... bueno sí más de 200 personas que se levantaron igual de felices que yo ese día y perdieron su vida sin darse cuenta...
Hubo casi 2.000 personas heridas, hubo 200 muertos, y casi 50 millones de españoles desconsolados sin poder hacer mas que llorar por las personas perdidas, sufrir por los niños que crecerían si padres y rezar porque esto no volviera a pasar...
8 años mas tarde, el sentimiento de miedo lo seguimos teniendo todos y cada uno de nosotros al salir a la calle...
A mi no me da miedo subirme a un tren, no me asusta, pues es el trabajo de mi padre y no puedo cogerle miedo a algo que me da de comer, pues no puedo vivir con temor todos los días de mi vida pensado que mi padre pueda llevar uno de esos trenes...
No quiero ni pensar lo pudo pasar y no pasó, malditos islamistas que aprovecharon las vidas inocentes de miles de personas para hacerse ver, hay que ser cobarde para dejar a cientos de niños sin padres, hay que ser cobarde para quitarle a una madre a su hijo,hay que ser cobarde para quitarle a una chica el amor de su vida, hay que ser cobarde para quitarle a España entera esa felicidad. Hay que ser cobarde.
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