Que suerte la mía...

Tenía pensamientos acerca de él con los que no sabia muy bien que hacer, pero el leía cada uno de ellos, todo cuanto yo sentía, todo lo que deseaba, él me lo daba...
Y en ese momento todo lo que había sabido con certeza acerca de mí entonces desapareció... con él me comportaba como otra mujer, sin embargo era más yo misma de lo que había sido jamás...

Comentarios

Entradas populares de este blog

Alguien como tú.

Créelo, porque es así...

Dejaros brillar!